¿ Cuáles son las razones por las que estudias música?
Muchas de las personas con las que trabajo o he trabajado, llegan a mi clase con muchas preguntas, y a veces, con mucho prejuicios o ideas preconcebidas sobre cómo se debe o debería realizar el proceso de aprendizaje.
Cuando una persona ya tiene experiencia en el aprendizaje de un instrumento, esas ideas sobre cómo funciona nos pueden servir como orientación a la hora de plantearnos nuestros objetivos de una manera aproximada a lo que se puede conseguir en un plazo determinado.
Por el contrario, cuando no se ha tenido ningún tipo de relación con el instrumento pero se tiene una idea de cómo debería ser el aprendizaje o cuánto tiempo debería costarnos, esas mismas ideas se pueden volver un obstáculo.
Cuando los alumnos son más pequeños, de alguna manera, están menos condicionados y esta falta de expectativas sobre cómo deberían ser las cosas, nos allanan el camino muchísimo. En la mayoría de los casos, a medida que son mayores, esto se hace cada vez más difícil. De lo que respecta exclusivamente a mi experiencia personal, ni hablar de los adultos que son muy buenos en su profesión: He encontrado una relación directamente proporcional entre alto grado de eficiencia en el área que dominan, y el alto grado de incomodidad que muestran en mi clase, cuando las cosas no salen como ellos creen que deberían salir.
En todos los casos, sean alumnos del perfil que sean, intento llevarlos siempre a la fuente misma de su motivación:
- ¿Tú por qué o para qué quieres tocar el piano?
Volvemos entonces al inicio mismo de su motivación. Esto es importante tenerlo presente, porque es esa misma motivación lo que nos permite mantenernos entrenando y alcanzando pequeños objetivos, en un proceso que en el fondo, está allí para ayudarnos a ser más felices. En todos los casos, este es para mí, siempre, el objetivo principal.
Alcanzar cualquier objetivo de una manera sufrida y sin escucharse a sí mismo, no sólo está condenado a durar poco en el tiempo, sino que no le sirve a nadie. Es importante entonces, encontrar una relación armoniosa entre lo que nos gustaría conseguir, y el contexto en el que estamos, respetando siempre nuestro proceso interno.
Para ilustrar este post, encontré este video de Daniel Gregorio, que lo explica maravillosamente:
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