¿Medio lleno o medio vacío?

Mi querida amiga Ana, violonchelista, madre e hija de una gran familia de músicos clásicos, me decía cuando éramos apenas estudiantes: " Todo depende de cómo veas el vaso. ¿Vos lo ves medio lleno o medio vacío?". En aquella época yo pensaba que Ana no me entendía, y con el paso de los años, me di cuenta de que era al revés.

Ella, hija y hermana de músicos, sabía perfectamente lo que era estudiar música. Yo no.
Ella vivía rodeada de personas que pasaban muchas horas al día "trabajando" junto a su instrumento. Lo que Ana sabía y yo no comprendía, era que el entrenamiento musical requiere de una dosis de tolerancia a la frustración bastante alta. Yo no tenía ningún ejemplo de músico en mi familia, no sabía cómo se hacía eso de "llegar y tocar". Yo pensaba que era nada más sentarse al piano, y las cosas "te tenían que salir".

Una vez, fui a su casa porque íbamos a juntarnos a tocar una obra para piano y chelo, de Telemann me parece, no me acuerdo. Yo quería hacerlo bien, y al cabo de unos minutos, yo me puse tan nerviosa que me puse a llorar y no pude seguir tocando. Entonces tuvimos una conversación más o menos así:

- Nena, por qué llorás?.
- Porque no me sale.
- Lo estudiaste?.
- Si.
- Estudiálo más!.


( FIN. ¡¡¡No hacía falta  más psicología!!!! )

La conversación continuó más o menos así:

- Yo no valgo para esto, Ana. ( Mentira, sí valía, lo que pasa es que me parecía muy difícil)
- A vos lo único que te falta, son "Horas-culo". ( Así le decía ella a las horas de estar sentada practicando)


A casi treinta años de aquella época, me encuentro en la clase de música, con personas que llegan aquí por primera vez, y con el mismo desconocimiento que tenía yo en aquel entonces, sobre lo que "se puede esperar de la música y de uno mismo" cuando se está en este proceso, que no es nada sencillo. Muchas de estas personas, adultos, aficionados (En muchos casos, excelentes profesionales en su campo de acción), dicen en clase cosas como "Perdona", "Esto ya me tendría que salir", "Hoy estoy que no acierto", etc. Todos estos comentarios surgen de una frustración que aparece porque se han imaginado un tiempo más corto del necesario  para alcanzar el objetivo que buscamos.

Vivimos en un mundo en que todo se "Aprende en diez días" con el "Método fácil" y " Sin esfuerzo" y es un mundo falso. Todas las cosas importantes llevan un proceso. Vivimos sometidos cada vez a más presión, más horarios, más expectativas... Y tenemos que cumplir con esto, con aquello, con lo demás...Cuando vamos a la clase de música, lo enfocamos de la misma manera. Cuando mis alumnos empiezan a excusarse en voz alta por lo que "no les sale", es entonces cuando yo les digo"MUY BIEN!" y todos se parten de risa.

Hay quien me dice " hay que ver cómo nos animas", o " Yo tendría que venir los lunes, para empezar con ganas la semana". Después de valorarles primero lo que HAN CONSEGUIDO con respecto a la semana anterior, empiezo a enumerar lo que habría que mejorar y a dar pautas para conseguirlo. Es entonces cuando comprenden que no les estoy tomando el pelo, sino haciéndoles ver su vaso medio-lleno. Porque si no reconocemos lo que ya tenemos, lo que está bien, lo que "Ya me sale"... ¿De dónde vamos a sacar las fuerzas necesarias para ir a por lo que todavía no está conseguido?.

En todos estos años, aprendí que un buen trabajo lleva inevitablemente a un buen resultado. Ese buen trabajo es diferente en cada persona, por lo que NO SE PUEDE COMPARAR. No se puede poner tablas iguales de objetivos para todo el mundo: "Lo que a su edad ya tendría que ser", etc. Recordemos, sin ir más lejos, que el propio Eric Satie ( Que fue etiquetado por sus maestros de conservatorio como "Falto de talento"), se volvió a matricular en el conservatorio y hacer la carrera, ya de mayor.

Para ir cerrando la idea - Que no es otra cosa que una reflexión personal en voz alta, basada en mi experiencia -, creo que lo importante en la vida es conectarse con lo que uno verdaderamente quiere, e ir a por ello sin más juicio que el de corregir atentamente la práctica de todo lo que hacemos, cada vez que lo repetimos... Al fin y al cabo, hacemos esto para ser más felices: ¿Qué sentido tiene que nos auto-impongamos juicios que nos entorpecen el acto de disfrutar del aprendizaje?

El proceso de aprendizaje de cualquier área de la música, implica una gran complejidad. Las "horas-culo" son absolutamente indispensables. Pero más indispensable es disfrutar de ellas, aceptando en todo momento lo que va saliendo, revisando inteligentemente lo que hay que mejorar o re-dirigir, de manera que sigamos siempre conectados desde la motivación que nos llevó a acercarnos a ello.

Eso: "Horas-culo"atentas y felices, para seguir llenando y ampliando la capacidad del vaso.


Para terminar, os comparto un recorte del periódico más importante de mi ciudad natal en que se anunciaba que de tres de mis amigas más queridas ( Entre ellas Ana, en la foto a la izquierda), viajaban a España becadas, para especializarse en música de cámara española.



Este post es en honor a ella, que siempre firmaba sus cartas diciendo: " Tu amiga de la vuelta". 






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